Walt en su soledad no lamentaba su suerte. Agradecía a la vida, a cada momento, por haber quebrado tan rápido y joven. Miraba con retrospectiva sus lecciones aprendidas: 1. Demasiada Nómina, 2. Sueldos altos; 3. Escasas Ventas —de ahora en adelante él mismo se encargaría de la comercialización. 4. Arriendo costoso. Y sonriente, afirmaba sus aciertos: PDO + TDO Usar la Plata de Otros y el  Tiempo de Otros. Seleccionar los mejores sin importar sus ocupaciones actuales, sino, sus talentos. Miraba su estrategia para convertirla en su práctica: a. Ver qué existía en el mercado. b. Escoger lo que más se adaptara a sus destrezas para COPIAR. Sí, copiar para agregar su sello personal y el factor WOW. Había enseñado, entrenado y reentrenado a sus compañeros —para Walt no eran empleados— con el fin de insertar la máxima calidad dentro de la práctica, como única forma de superarsen con cada nuevo corto, y finalmente, haber contactado con el canal de distribución más OPTIMO.

Las advertencias y amenazas a Walt para disuadirlo a que no intentara materializar sus extravagantes e imposibles ideas fueron en vano. Su mentalidad para tomar las cosas a su criterio, reflexionando entre decenas de propias afirmaciones lo siguiente: “Es divertido...