La “Buena” suerte, es un tema al que miles de millones de personas en el mundo abordan como tópico central de sus vidas, al ver cómo les va tan bien a unos pocos, y tan mal a la mayoría. No miran, que, detrás de esa buena fortuna hay principios espirituales aplicados, que, simplemente, reflejan la idea ganadora de unos o la mentalidad muy de malas, de los que así, se creen. Para demostrarlo, traigo a colación esta sentencia de Séneca: “La Buena suerte sucede cuando preparación y oportunidad se encuentran y fusionan”, con una fórmula matemática, donde la preparación, (P), respecto, al azar, (A), son inversamente (A=1/P), proporcionales, según el ejemplo dado.
Buena Suerte (BS) = (Azar) x (Preparación) => BS = AxP; donde Azar = (1/P)
BS = (1/P)(P) => BS = 1 ó la Buena Suerte es UNO
Ahora, podemos entender a qué se refiere Walt, cuando sentencia: “Si lo puedes imaginar lo puedes crear”. Porque… Creerlo es crear. El que no lo cree no puede crear, y el que medio lo cree, mediocre ya es.