Feminismo envuelve todas las variables que constituyen desigualdad y abuso en los ámbitos de la vida de las mujeres, que con los milenios han venido incluendo en su ADN el Sororismo. Trabajo costó que se aceptara esta palabra, que nació de la idea de Unamuno en sus comentarios sobre la tragedia de Antígona, que se remonta al 425 a.e.c. Sor, hermana, ya se había aceptado, y el escritor propuso que si de frater, derivaba fraternidad, soror, debería ser la base para la hermandad de la mujer. Sororidad es esa relación que funde amistad, ideas, propósitos comunes, reciprocidad entre ellas, solidaridad, vívidamente sanguínea y cerebral, en la búsqueda de una vida justa, sin ofensas ni temores que intimiden su existencia, ni por raza, religion, clase, trabajo, educación, sexo ni sexualidad o cualquier otra índole. La sororidad, va a permitirles ganarle la guerra a su peor enemigo: ellas mismas.

Hace 98 años, Lillian de 25, nunca imaginó que Walt fuera a pedirle tan dulcemente, algo diferente a, que aún, no cobrara el cheque del sueldo. El romance nunca había sido la intención en un trabajo donde los “multitasker” dueños, eran los que menos ganaban. Dos semanas más tarde, Walt, de 23, y Lillian tuvieron una conversación: —Lilly, si me comprara un traje me invitarías a subir a conocer a tu hermana?

—Tú puedes subir si quieres ya mismo, si así gustas

—No. Cuando lo tenga puesto —y en su viejo Ford, arrancó a velocidad, a convencer a Roy de que los Estudios estaban en condiciones para pagar gastos extras, como un nuevo traje para él.

Treinta y cinco años después, en latinoamérica, que la mujer llegara a los 19 sin casarse, era considerada solterona. El voto popular era tema muy debatido, pues, ellas nada podrían entender de política siendo «Amas de Casa». Sin embargo, se evolucionó en los últimos cien años más que durante los dos últimos milenios; no obstante en Africa, y las tribus milenarias del mundo, siguen cercenando de las niñas su placer orgásmico, desgarrando de sus entrañas todo vestigio de satisfacción, gozo, equilibrio emocional por la incapacidad para segregar hormonas que gestionen el stress, el reposo o el estímulo sexual. Teóricos escudriñaron dentro de la biblia hasta llegar a Sara, insinuando haberlo hecho ella contra Agar. Otros, esta vez fundametalistas del Corán han deducido que Mahoma no ve mal la ablación.

En Hollywood, la primera mañana primaveral de 1925 bien peluqueado Walt llegó a los Estudios dentro del abrigo cruzado, gris, con solapas anchas verdes, dos hileras de botones, su pantalon verde, (otro gris en la bolsa), camisa blanca, corbata roja, zapatos recien lustrados, pasando la factura a su hermano mayor:

Cuarenta dólares, —le dijo

Roy indagó porqué razón el traje:

—“Hasta de pronto me caso en él”, escuchó por respuesta