Saludos Amigos:

A los 90 días de su emprendimiento familiar, el garaje del tío Rob era insuficiente para albergar un equipo de trabajo que crecía. Dos jovencitas desde diciembre echaban tinta a las historietas animadas que dos dibujantes boceteaban cuando Walt las definía como artes finales. Fotografías y filmaciones hechas por Roy, quien a velocidad extrema aprendió a manipular una filmadora de segunda mano, pero, de las mejores en el mercado, fueron las lentes ante las que posaba la pequeña Virginia en las mañanas y Walt ensamblaba en las noches, por escasez de espacio dentro del contexto conceptual.

Sobreponerse a los obstáculos fortalece la Fuerza de Voluntad, por lo tanto, se deben agradecer los inconvenientes, frenos, obstrucciones, y problemas, pues sin Goliats no existen los David. Walt había llegado hasta este punto como caricaturista freelance, para ser enganchado en el periódico Kansas como dibujante de planta, y allí le propuso al genial Ub Ikwers unirsen como “Ikwers-Disney Dibujantes Comerciales”, en sus horas libres. La carencia de ventas lo hizo convencer en la, Kansas Film, a dibujantes mejores que él para que bocetearan gratis sus ideas y ser complementadas con sus historietas en su tercer start up, KayCee Studios, junto con Fred Harmann. De esas cenizas surgieron las bases para fundar su primer gran emprendimiento: Laugh O’ Gram Film, desastrosa bancarrota ocurrida escasas semanas atrás.

Venciendo obstáculos gradualmente, ahora afrontaba un reto mayúsculo como el de responder a la entrega de la primera de seis historietas de “Las Comedias de Alicia” para marzo 16, sin dibujantes, sin equipo, sin lugar donde trabajar, sin dinero y con deudas de hasta seis meses de sueldo a sus antiguos dibujantes. Su reto: satisfacer la demanda de la mayor distribuidora de comics del mundo, La Wrinkler Productions apéndice derivada de la Warner Brothers gracias a la tenacidad de la primera mujer en la industria del cine: Margareth J. Wrinkler

Durante sus horas de soledad en Laugh O’ Gram esperando el desalojo policíal, había estado creando su Misión Personal, que nos enseña que para ser Grandes debemos empezar por el crecimiento interior; ese que define que el servicio a los demás para mejorar sus calidades de vida, solucionar sus problemas aparentemente inmensos, o sin solución a la vista es la Misión a cumplir. Ese propósito si es fuerte derrumba obstáculos físicos y circunstanciales que se interponen camino hacia el éxito. El Poder de, CRECER, se diluye si no existe tal propósito.

El factor de orgullo estadounidense por acabar con la Primera Guerra Mundial en tan corto tiempo, pasó internamente a ser insatisfactorio descontento protagonista de enormes conflictos sociales y politicos por no haber brindado beneficios ni pagos del gobierno a sus militares; y así, huelgas y revueltas en las grandes ciudades dieron término al mandato de Woodrow Wilson. Asumiendo el papel de proveedor de un novedoso sistema de entretención para una sociedad triste y sumida en la decepción post Guerra, Walt, con humor y solidaridad pensaba alegrar la monótona vida de esos días.

A mediados de enero del 24, decidió moverse del solar trasero del 4651 Kingswel Avenue, que servía solamente como dirección comercial, a la parte frontal de un local: el 4649 de la misma Avenida y allí ubicar el Estudio desde el garaje del tío Rob, en donde, con letras doradas sobre una tablilla negra escribía: “Disney Bros Studio”.

Lo visualizaba expuesto en la ventana principal de la casa contigua.