La primera mañana fue directamente al diario Kansas City Star, pero, fue rechazado por ser muy joven. Su ímpetu por ingresar como “copy-boy”, palabra y oficios muy nuevos para ese entonces, y hoy, quizás ya desaparecidos, lo hizo regresar al día siguiente, ahora vestido con su traje militar de la Cruz Roja. El gerente adujo que ya era un veterano, digno de algo más, y por lo tanto muy viejo para un cargo, donde los chicos iban de escritorio en escritorio con los trabajos de las otras áreas, retirando el original de las copias en papel carbón, para que fueran ensambladas en el tiraje final del periódico o revista. Sus caricaturas publicadas en el Star and Stripes, diario militar, le abrieron las puertas en el Pesmen-Robin Commercial Art Studio, como aprendiz. Estaría haciendo dibujos para ser cortados, y  armando ilustraciones para publicidad, programas de teatro y catálogos de ventas.

 

La percepción selectiva, tenía que unirlo en este sitio y no en otro, con el genio propulsor para el lanzamiento de su poder creativo: Ubber Ert Ikkwers.

 

Startup es todo nuevo emprendimiento capaz de enriquecer las raices del sistema económico, siendo sostenible y con la potencial posibilidad de generar empleo, con los grados de calidad e innovación producidos. Es una prueba en permanente mejora. Convencido de que las grandes dotes de Ubber Ert para dibujar serían el gran complemento para las historietas mentales que se le ocurrían, tan pronto lo conoció le propuso dos cosas: que unieran sus talentos y simplificara su nombre. En esos planes andaban cuando fueron despedidos de la empresa al pasar la navidad de 1920, dejando de percibir los 50 dólares mensuales de sueldo, cada uno. Enseñarle el título de su primer startup: Ikwers-Disney Artistas Comerciales, venció la resistencia y unieron esfuerzos y talentos, aceptando también, llamarse Ub. Ver su apellido encabezando el negocio le dio toda la confianza para dedicarle el mayor esfuerzo a esa aventura. La realidad era, que, para Walt, sonoramente, con el Disney primero, daría la impresión de ser una compañía óptica: ‘Disney Eye Works’.

 

De este dúo de dieciocho añeros, uno es el visionario y otro el seguidor miedoso. ¿Por dónde empezar? ¿A dónde acudir? No basta con un deseo fuerte con tremendas ganas. Hay que dejar de hablar, y empezar a hacer. Con muestras de su arte en la mano, se decide Walt visitar al papá de Pfiffer, su gran amigo, desde 5º de primaria, con quien había montado el show The Two Walts, que alcanzó a presentarse en teatros para aficionados alrededor de la ciudad. Recordó ese comienzo: había sido en la escuela durante un show para talentos habiéndose inscrito bajo el título, “Diversión en la Foto-Galería”. Simulaban tomar una foto de los compañeros, para primero, empaparlos con un chorro de agua impulsado desde la cámara, y acto seguido, Walt tiraba una hoja de la cámara con la caricatura de la víctima, dibujada previamente. Todo, a escondidas de Elías.

 

Mr. Pfiffer, como oficial del sindicato de trabajadores del cuero, le encontró el primer contrato como diseñador de la gaceta de noticias. Con esa alegría y su desbordante optimismo, llegó a donde Al Carder, restaurantero de la ciudad, que había sido el vecino contiguo en la primera casa de los Disney, recién llegados de la finca en Marceline. Él ahora publicaba y comercializaba, Restaurant News. Observando los diseños y trabajos de Walt, más los que estaba proponiendo con Ub, se limitó a decir

—Ustedes hacen un gran trabajo, chicos. Pero, mis ediciones son muy pocas. No podré mantenerlos ocupados

El genio de las ventas salió a flote:

—“Denos dos mesas como escritorios. Haremos todo el arte de su periódico gratis. Usted tendrá un departamento de artistas de tiempo completo, sin costo alguno, y nosotros una oficina sin pagar renta

 

Así, Ub se encargó de las letras y dibujos y Walt de la producción de los diseños, los diálogos, la historieta, el ensamble, y finalmente de la promoción, comercialización, distribución y publicidad. Sin darse cuenta o con ella, Walt desde un comienzo fungió en todos los campos con un propio sistema de sistemas, cimentando desde entonces, cada día, su filosofía de servicio, hoy modelo de marca. Al final de mes, los $135 dólares que quedaron limpios después de gastos motivaron a Ub a quedarse con el estudio, para que Walt trabajara como artista comercial en la Kansas City Slide Co. Los 40 dólares semanales que Walt iría a devengar, superarían todos los ingresos juntos recibidos en la anterior empresa.

 

Walt mientras tanto estaba aprendiendo una nueva forma de arte: la animación. Cuando la Visión no depende de los ojos, sino de la imaginación, aparece la precepción selectiva como cura preventiva al rebose de la información que nos agobia y rodea. Se centra en aquellos detalles que prevalecen durante las conversaciones internas, para facilitar la aparición circunstancial de eventos, personas o situaciones, que nada tienen que ver con casualidades ni buena suerte. Son el producto de la trillada ley de la atracción. Así, había pensado e ido a la guerra; así, pudo ahorrar y girar dinero vendiendo cascos nazis sin uso alguno. Así había encontrado a Ub: sin buscarlo. Así fue de los pioneros en animación, porque así, había hallado cómo alimentar su innata curiosidad: las imágenes y textos de: La Figura Humana en Movimiento, y de Carl Lutz, Historietas Animadas: Cómo hacerlas. Orígenes y Desarrollo.

 

En pocas semanas conocía ya los rudimentos para armar cortas historietas con recortes crudos, para luego empezar a darles acción y animarlas. El garaje se convirtió en taller. Improvisaba rápidas escenas sobre la pared en blanco, con su sobrinita de 5 años, e hija de Herb, quien había vuelto a aparecer. Lejos de papá, los hermanos Disney se iban reintegrando. Edna Francis, compañera de Roy en el First National Bank, ahora era visitada con Walt, que, con papel y lápiz, boceteaba sus rostros y gestos al extremo de la mesa, haciéndolos reír. Siempre logró sin que lo notaran, colocar un pato de látex bajo los cojines del sofá, el cual bajo el peso de sus cuerpos al sentarse emitía estridentes chillidos, acompasados con los de Edna, —cuatro años mayor que Roy, y éste, a su vez, ocho más que Walt.

 

Sin VENTAS, toda empresa tiende a desaparecer. Cualidades importantes del emprendedor son: promover con seguridad sus bienes y servicios basados en la singularidad de su calidad, y comercializarlos bien. Ub, nada de ventas y la empresa emergente, pronto feneció. Hogar y familia: vital calor para avivar la llama de la fe, dar claridad al soñar y alumbrar la dirección tomada. La presencia de Herb, Roy, y últimamente, Reymond en torno a él, acrecienta la fe en sí mismo, aquella que con certeza espera lo que por convicción aún no se ve. Semanas más tarde Ub, también llegó a dibujar y aprender a animar en la Kansas Slide, vivía con mamá, y le había prometido jamás abandonarla, diciendo que era mejor trabajar para grandes empresas, en lugar de aventurar con ellas. En verdad, eran las ventas, no las grandes empresas, su flaqueza y su gran miedo. Ub miraba con los ojos sin lograr ver la Visión que Walt avizora con la imaginación, a medida que experimenta cultivando su intelectualidad con lectura estimulante.