Durante el mes de febrero, el trabajo en los Estudios de los Hermanos Disney fue efervescente. No solo por los avatares del traslado a una sede más amplia, sino, por el frenesí desenfrenado para entregar la primera de las seis películas de las Comedias de Alicia, para el 1o de marzo. Aunque, estaba muy avanzada, Walt, —como siempre y desde entonces— optó por darle más calidad en contenido y acciones animadas. Su famoso “plusing”. Tenía que aprovechar la proximidad del mar en California.
Aunque los dos dibujantes habían hecho parte de Kay Cee Studios y Laugh O Gram, sus tercer y cuarto startups, y conocían los procesos al estilo Walt, éste no dejaba de extrañar a Ub Ikwers. Su ausencia lo había obligado a hacer todo el proceso solo: manuscritos, la secuencia de las historietas, los bocetos y las reformas que consideró necesarias para mejorar la primera versión, enviada como “demo”, a la distribuidora Wrinkler para su venta. Luego, tuvo que revisar los detalles de la película hasta que le dio el visto bueno a la producción final, con una exhaustiva y metódica supervisión. En los emprendimientos anteriores, Walt y Ub desde su oficina pasaban el trabajo completo a los dibujantes y tinteadores, quienes animaban y producían, mientras Walt visualizaba nuevas creaciones.
Walt, ahora, con la meta de producir películas en serie, y en serio, sin dudar que serían las primeras de varias sagas, buscaba una unidad flexible de ensamble en línea. El narrador de historias la transmitría a un dibujante dedicado a crear un boceto crudo, base para montar las primeras imágenes sobre páneles que reflejaran las secuencias de las acciones, gestos movimientos e importantes cambios de escenas a tener en cuenta, por el resto del equipo. Como director, Walt supervisaría todo el proceso —no al individuo; sin micromanejar—, para crear un ambiente correcto, informal, sin jerarquias, amigable, distenso. Una atmósfera laboral agradable, en contraste con sus experiencias como empleado de su padre, o su papel de dibujante comercial o de animador en la Kansas film. Modelos de gestión que aún se estilan en muchas empresas.
De este trabajo preliminar saldría una película en crudo, y sobre ella, todo el equipo tendría que aportar su creatividad para mejorarla, sabiendo previamente, cuál era el objetivo de la historieta. Walt con estos procesos no buscaba montar una organización estricta en el sentido de la palabra, porque el ambiente era, a primera vista, caótico y anárquico. Estaba ensamblando un equipo de talentosas personas, muy creativas y habilidades individuales muy particulares, que pudieran trabajar armónicamente, en situaciones continuamente cambiantes, que dieran de sí, cada uno, su mayor esfuerzo creativo, sin supervision alguna. Estaba seguro que con Ub, se cumpliría su sueño de organizar alrededor de su formato de procesos de animación, un equipo tan flexible como las circunstancias lo exigieran. Se adelantaba así, un siglo, a este tipo de estructuras que las empresas están tratando de organizar hoy, pero, para ello, deben humanizarlas. No tratar a los empleados como simples piezas de la maquinaria productiva.
Haber tenido ¾ de película casi elaborada había sido de gran ayuda, y por tal razón pudieron los Estudios Disney dar entrega de su primera película a tiempo. Muy complacida y satisfecha Margaret Wrinkler, luego de verla en privado con su gerente y pretendiente, Charles Mintz, hizo debutar a Alicia en la pantalla gigante hace 100 años exactos este mes: Alice’s Day at the Sea.
Sin embargo, la ausencia de Ub era muy notoria y para Walt resultaba impresicindible, su presencia. La deuda salarial superior a los mil dólares, y la oferta de pagarle para empezar solo, $40 dólares semanales, habían profundizado y ampliado la brecha entre los dos. Para atraer a Ub y su madre debería saldar la deuda y ofrecer algo más que un sueldo, para que ellos se trasladaran desde Kansas a Hollywood. Walt debería inmiscuir a Roy para idear alguna manera eficáz para convencerlos si quería convertir en realidad su Visión mental y la Misión empresarial: Crear un novedoso sistema de entretención para una sociedad decepcionada y triste en la postguerra, para con humor y solidaridad alegrar la monótona vida de esos días.
Roy reticente en la necesidad de contar con Ub y más tener que casi rogarle, se planteaba si el estudio era de ambos hermanos o solo de Walt. Su hermano menor no solo hacía todo el proceso, sino que estaba sacando otros personajes de la nada para acompañar a Alicia o causarle suspenso a sus historietas. Era quien tomaba las decisiones más delicadas. Dar un paso al costado al igual que el tío Rob y no hacer parte de la empresa familiar quizás era lo mejor, para evitar disputas más acaloradas. De seguir así, debería llamarse únicamente, Estudios Walt Disney, y punto final.
Gracias Orlandito por compartir esta increíble historia de Alicia en estos 100 años de su debut.
Como siempre tus historias de Disney son fascinantes.
Felicitacones.