Las advertencias y amenazas a Walt para disuadirlo a que no intentara materializar sus extravagantes e imposibles ideas fueron en vano. Su mentalidad para tomar las cosas a su criterio, reflexionando entre decenas de propias afirmaciones lo siguiente: “Es divertido hacer lo imposible”, y “Si lo puedo imaginar, lo puedo crear… con coraje para lograrlo”, El cerebro debe estar sintonizado a las ideas que lo enfoquen en su tarea, en su ascenso, en mejores ventas, mayores ingresos, o hacer lo que más le plazca con la intención que le parezca. Dominar el loco transitar de ideas que bullen, incesantemente, por el cerebro es nadas fácil. Intentar probar dará como resultado observar en el espejo tridimensional de su vida, la intensidad de su labor mental, porque el común de la gente busca entretenerse, mientras, el que avanza busca entrenarse. Sin importar su edad, porque el cerebro es un músculo elástico, permitiendo nuevas conxiones neuronales que conectarán con lo ya aprendido. Otras, por el contrario, chocarán fuertemente contra las creencias archivadas desde el nacimiento, en la glándula de la memoria. Estos procesos son positivos porque expanden el grado de consciencia del individuo que se atreve a crecer, y para ello primero se crece internamente, para poder dominar los factores externos. El cerebro aprendería tan o más rápido como la inteligencia artificial,entre los mayores de setenta si con mente abierta mantuvieran con la tecnología e información disponibles, contactos constantes, más permanentes.
No basta con el propio cerebro para crear una nueva idea, propyecto, vida o replantear el presente. La variable familiar y el entorno socip cultural, no deben estar sin saldo en rojo en sus cuentas emocionales, esas que perturben el enfoque requerido. Donde está su atención está su vida, Paz mental y un ambiente donde prime la armonía facilitan la concentración para atender sus responsabilidades. Se torna en mayor eficiencia. Con esa nueva fuerza sus sueños volarán para volver cumplidos, como los de Walt, de los cuales, su Experimento Prototipo de las Comunidades del Mañana, o EPCOT en inglés no se llevó a cabo. Sin él, no pudieron darle forma y vida, al sueño urbanístico futurista de Walt.
Usar la imaginación require disciplina y entrega. Quién lo creyera, pero, el mayor obstáculo es su costo: gratis! Otro: su infinito horizonte aletarga la mente. Uno más, biológicamente el cerebro dificulta la intención de crear porque para él, todo está inventado. Así, que, debe ser disciplinado mediante nuevos hábitos o él continuará dirigiendo al humano con sus escasas tres libras de peso, consumiendo el 20% de nuestra energía, y la misma proporción de oxígeno inspirado, en estados de quietud o calma. El cerebro aprendió a ser eficiente siendo proclive al mínimo esfuerzo por instinto de conservación, mediante conexiones neuronales cortas, que desde la niñez se trazan, y trabaja automáticamente. Por lo tanto, no le place pensar. Mas, no todo va en contra de la creatividad: a favor se tienen las cualidades de el cerebro “aburrirse” con la monotonía y contar con elasticidad plástica, que se incrementa con la edad.
Para crear nuevos vínculos neuronales se require ahondar, enfocar los pensamientos, forzar sin prisa, sin presión, sin pausa, con paciencia y sin tensar músculo alguno, al trabajar la consciencia primaria, que es aquella que permite aislarnos de la “realidad” y defnir la propia individualidad, básicas para la diferenciación creativa e innovadora. El silencio y la calma son las materias primas que guiadas por la respiración, para retomar lo imaginado cada vez que el cerebro interrumpa la conexión con sus sueños, metas, alcances. Lo hace en automático para preservar energía. El cuerpo vive de baterías que almacenan la energía que regula el cerebro mediante los hábitos. Para retar la inercia cerebral se debe aprender una nueva destreza, un nuevo arte, además de hacer deporte o esfuerzo físico para oxigenar las nuevas ideas y darles vida. Buscar y encontrar ideas contrarias a lo hasta ahora aceptado como paradigmas hace chocar información con la que ya hay en la memoria. De esa colisión se liberan fuerzas dromólogas, (teoría de la velocidad), que se abren espacio entre lo desconocido y lo ordinario para que de allí, eso “extra” creativo surja, brote, emane, por arte de magia.
Confundirse es parte del nuevo proceso creativo, el cual exige aceptar que NO todo va a salir bien, pero, que, de las cenizas de los intentos fallidos se encenderá la llama del logro o gran suceso. A los atrevidos los llamarán locos, Quijotes cuando estén correctos, o lo más probable es que se les aplauda por su genialidad, cuando a ustedes les parezcan verdaderos desaciertos.