Es en la mente donde reside el éxito o el fracaso, la abundancia o la escasez, la dicha o el dolor, el bienestar o malestar, y el cumplimiento de los sueños. Walt, como todos los líderes y ganadores, a través de los tiempos han fortalecido sus espíritus a través de su pensamientos, actitudes positivas y la oración bien lograda, las cuales generan las circustancias que hacen viable sus chances triunfadores, en vez de esperar a que las oportunidades se den por la buena suerte o el horóscopo.

Hoy entraré al tema de la “Buena” suerte, al que miles de millones de personas en el mundo abordan como tópico central de sus vidas al ver cómo les va tan bien a unos, sin mirar, que, detrás de esa buena fortuna hay principios espirituales aplicados, que, simplemente, reflejan la idea ganadora de unos o la mentalidad muy de malas, de los que así, se creen. Para demostrarlo traigo a colación esta sentencia de Séneca: “La Buena suerte sucede cuando preparación y oportunidad se encuentran y fusionan”, con una fórmula matemática.

Pondré el balompié como ejemplo: si se diera el caso de que en el estadio los aficionados fueran invitados a patear un tiro libre con barrera y portero profesional al frente, el chance de acertar el gol, de buenas a primeras, sería cosa de buena suerte, pero, no para profesionales como Messi, Ronaldo, Neymar o Catalina Usme. Ellos se han preparado desde niños y entrenan diariamente para ello.

Significa esto, que la preparación, (P), respecto al azar, (A), son inversamente (A=1/P), proporcionales.

Entonces tenemos que:

Buena Suerte (BS) = (Azar) x (Preparación)

BS = AxP; donde Azar = (1/P)

BS = (1/P)(P)

=> BS = 1 => La Buena Suerte es UNO

La misma fórmula podemos aplicar con Mateo 19:26 que afirma: “Para Dios, todo es posible”. con Lucas 1:37: “… para Dios, nada es imposible”, y Marcos 9:23 lo certifica. => Mateo 19:26 = Lucas 1:37 = Marcos 9:23 Si una verdad es igual a una segunda y ésta es igual a una tercera, entonces, la primera con la tercera son verdades iguales. Mateo = Marcos

Mateo: “Para Dios, todo es posible= Marcos: “Todo es posible, para el que cree

Para que una igualdad sea ecuación, debe haber una incógnita. En Marcos, fácilmente, se deduce que el que cree, es UNO, (1). No dice en qué, sino basta con creer, como Peter Pan: “Solo hay que creer, y ya!”. En Mateo, la incognita es Dios. Quién es Dios? (X). Reemplazando tendremos:

Para (X) (todo es posible) = (Todo es posible) (para el que cree).

Eliminandopara y todos es posible” de ambos lados, se separa X,  y tendremos:

X = (Todo es posible) (el que cree —vale 1)/(todo es possible)

Eliminando en ambos lados todo es posible se obtiene que

X = 1 UNO MISMO

Los juegos de azar durante la pandemia redoblaron las ganancias y desde entonces cada vez tienen más seguidores. Pero, la verdad es que los que ganan la lotería, cuando la suerte les sonríe, quedan más pobres a los pocos años que cuando la ganaron. El dinero fácil, se diluye como agua entre los dedos. Para crear riqueza hay que trabajar con dedicación, esmero, calidad, espíritu de servicio para dar, más que para recibir. Con el tiempo, se forja la riqueza, y somos nosotros los que la creamos porque lo creemos lograr. Qué difícil creer la verdad, pero esta “Os hará libres”. Ahora, podremos entender a qué se refiere Walt, cuando sentencia: “Si lo puedes imaginar lo puedes crear”. Porque… Creerlo es crear. El que no lo cree no puede crear, y el que medio lo cree, mediocre ES. Walt encontró “…hasta divertido hacer lo imposible” ya que cuando enunció sus sueños e ideas, las tildaron de locuras imposibles.