Saludos Amigos

Sobre las cenizas de Ikwers-Disney y de KayCee Estudios, este tercer proyecto, Laugh-O-Gram Film, estaba corriendo un contrato para producirle a los tres teatros Newman, cortos, ya no de 30 segundos, sino de a un minuto de historietas. Los nuevos contenidos que Walt había propuesto se basaban sobre los cuentos de hadas y fábulas de Esopo, tal como en New York estilaba Paul Terry, y eran vendidas a 30 céntimos de dolar el pié. En ese precio no incluía su tiempo ni el de los dos pares de adolescentes aprendices, entre los que descollaba Rudy Ising, Red Lyon y Hugh Harmon.

Copiar y mejorar se convirtió en la estrategia optada por Walt —la cual seguiría de por vida— imponiéndole a cada copia su sello personal. A los cuentos de hadas, Walt, ambiciosamente, comenzó a actualizar con los eventos y circunstancias que estaban ocurriendo en la ciudad. Entre los aspirantes a animadores encontraba prodigiosos dibujantes de todas las edades, regiones y disímiles ocupaciones y experiencias, todos dispuestos a aprender, lo que él aún estaba conociendo: darle movimiento a los dibujos. Mas, ninguno contaba con el virtuosismo del dubitativo Ub Ikwers, que no aceptaba unírsele a pesar de que sería el líder del área de animación, contaría con un gran sueldo y un presupuesto libre para adquirir el mejor equipo de fotografía y filmación. Llevarlo a que conociera los cinco amplios salones aptos para procesar los nuevos proyectos y contratos que iría a conseguir el futuro gerente de ventas, recibir su espacio privado anexo a la sala de recepción, y luego de confesarle que los viejos accionistas lo estaban presionando, cada día, y que contaba con escasas horas para conformar el equipo, fueron las circunstancias que obligaron a Ub a prometerle que rápidamente lo pensaría,

Para la tercera semana de junio, los candidatos que complementarían a Ising, Harmon y Lyon, fueron escogidos. Ellos fueron: Carman “Max” Maxwell, (19), su gran amigo Walt Pfiffer, (19);   Alexander Wilson Kurfis, (21), que estudiaba arte y medía distancias para el tendido eléctrico, y Otto Louis Walliman, un bizcochero suizo de, 46, años de edad. Walt, interesado con contar entre su equipo con dibujantes más talentosos que él, estaba seguro, que juntos, podrían volar más alto y más veloz. Antes de dormirse «sentía» al público vibrar con sus historietas que ahora duraban tres minutos. Veía en su pantalla mental su cómica publicidad animada en los teatros,manteniendo un flujo de caja permanente. Visionaba también, a su gerente de ventas garantizando su crecimiento comercial, y sintió, que para poder explorar e innovar, necesitaba un gerente general.

Al finalizar Junio había copletado su plantilla: Adolph “Jack” Koepler, (25), administraría el negocio, y Leslie Mace, (40), como gerente de ventas obtendría los contratos que se precisaban para poner a trabajar toda esa nómina. La primera misión que le fue encomendada, consistió en viajar, de inmediato, a New York para conseguir ese desarrollo comercial que había prometido y con el que se había vendido. Los accionistas al notar cómo el equipo del joven Walt crecía como espuma, optaron por nombrar como tesorero al médico accionista Dr. J.V. Cowles para que asumiera el control de sus dineros invertidos.

Así, de prisa, pasó el primer mes de arriendo sin ingresos, y comenzó el mes de julio, de 1922, con muchas expectativas dentro de la incertidumbre que siempre depara el futuro.